Estaba prevista la llegada a Las Vegas por la tarde, pero debido a retrasos en los vuelos, llegamos pasada la media noche.
Como que al día siguiente teníamos un dia de carretera para llegar hasta el Gran Cañón y no podíamos quedarnos por la mañana en Las Vegas , salimos a caminar de noche por la ciudad, que realmente es mucho más bonita que de día, por la gran iluminación de los casinos y hoteles.
Como curiosidad diremos que para llegar a la recepción del hotel, tienes que pasar por el casino que todos ellos tienen en la planta baja.
Y en el casino, quisimos probar suerte , aunque fuera sólo para poder decir que habíamos jugado en Las Vegas, y decidimos jugar 50 € cada uno en la ruleta hasta que se nos acabaran, ya que realmente es lo único que conocíamos un poco.
Y no nos fué nada mal, porque al principio ganamos, pero cuando teníamos en la mesa más de los 100 € que habíamos puesto, los guardamos y continuamos jugando con el resto , hasta que evidentemente lo perdimos , por lo cual podemos decir que estuvimos jugando más de una hora sin que nos costara nada.
La mañana siguiente iniciamos la ruta hacia el Valle de la Muerte, pasando por la Presa Hoover, ya con bastante calor, aunque no fué nada comparado con lo que nos esperaba días más tarde en el Valle de la Muerte.
